Estoy seguro que no nací siendo lo que soy, no creo haber nacido con una mente tan imaginativa que cada que habla con alguien se crea una historia diferente, y hoy tú que me lees conocerás una más de mis mentiras.
Confieso que me enamoré perdidamente antes de los 20, sí, a mis cortos años puedo decir que sé lo que el amor significa o al menos eso me hice creer. Era una señorita común, claro que había visto mejores mujeres, mejores cuerpos, pieles más bellas, mujeres con un cuerpo perfecto pero ella tenía algo. Puede que la haya conocido con otro nombre, otro cuerpo, en otra vida, pero era ella y no tenía la menor duda.
Acercarme a ella no fue fácil, yo era esa clase de cabrón al que toda mujer deseaba bajo sus sábanas pero ella fue aún más cabrona, me dejó entrar a su vida y sin avisarme se me fue haciendo costumbre, cuando no la veía no era yo, era distante con todo, anhelaba sentir su respiración, escucharla gemir por más de mi, necesitaba hacerla mía y ahí fue donde supe que lo único que quería era que fuera mía por siempre, pero ella no pensaba lo mismo, quería disfrutar de su juventud sin importarle a cuantos hombres enamorara y yo fui uno más de sus pendejos, siendo sincero no lo lamento pero debo aceptar que aún sueño con ella, no la supero, fue mi primer amor, sé que vendrán otros pero me resigno a más, yo la quiero a ella. Y con ella aprendí a mentir, olvidé mi nombre porque ella lo amaba, empecé a crearme identidades con todo lo que ella odiaba de mí pero no me basto, nunca la olvidé pero es verdad que el tiempo lo cura todo; ella murió hace tres años a manos de un hijo de puta que ahora esta pudriéndose en el infierno, claro que fui yo ¿Quién más? Todos los que ella escogía era unos pocoshuevos que no le darían lo que merecía, lo maté de una forma tan frívola que nadie lo creerá, gané su confianza, fuimos amigos, hermanos, socios (no sólo en los negocios) pero el nunca supo que yo conocía a su esposa, incluso mejor que él.
Ella se enamoró de una bestia, aquel que en ella sólo veía sexualidad pero como no si era todo un cuero, rechazó mi amor, todo lo que soñaba lo destrozó con un "No me busques más por favor" e igual que siempre respeté su decisión pero el destino nos junto, para qué chingados me la encontré, mi amigo de tantas copas y bares nunca me dijo que era casado y mucho menos con quien, el tenía a mi inspiración pero nada podía hacer, supo quedársela como yo no supe pero cometió un error. Jamás mencione todas sus infidelidades porque después de todo le guardaba rencor a esa mujer que fue tan cruel y pensaba que lo merecía, pero que le pusieran la mano encima; ni pensarlo, ese fue el error del que alguna vez fue mi amigo, la golpeó y ella lo negaba hasta que una vez me lo confesó en el sillón después de habernos vuelto uno mientras él compraba amor, la abandoné desnuda cuando más me necesitaba, puede que fuera venganza, no lo sé, nunca lo pensé pero no fui al trabajo toda la semana, salí de la ciudad, esperé, hasta que me llamó, dijo que su marido sabía todo y que había salido emputadísimo. Tres días después regresé y me enteré que había muerto ¡Mi musa fallecida! No lo creía, me dijo que fue un accidente en la bañera lo que mato a su amada, qué hijo de puta tan hipócrita, sabía que la había matado a golpes, esperaba me diera el primer puñetazo, después de todo ya sabía que había sido yo el mejor amante de su mujer, sólo quería sacar toda la ira, hacerle lo que le hizo a su esposa que era mas mía que de él. Me contuve. Mi sensatez duró media semana, manejé hasta su departamento y una prostituta iba de salida, me dijo que su cliente saldría en cinco minutos. Ya no podía esperar, mi odio seguía creciendo, toqué y al abrir me abrazo y dijo, "Tremendo hijo de puta te salvaste, deberías estar igual de muerto que ella", lo empujé y sonó el primer disparo, imploraba piedad pero se dió cuenta que no iba a parar, esperaba su muerte mientras se burlaba de mí "Ella rogaba para que me detuviera" "Era una puta, ¿Cómo eres capaz de hacerme esto por ella?". Segundo disparo. Directo al corazón. Jamás contaría lo que pasó, jamás volvería a hablar de mi mujer.
Huí por casi un mes, me enteré que lo habían encontrado tres días después, dejé todo a cargo de mi familia. Mientras escribo esto voy camino a mi casa, limpio el arma que asesinó a mi compañero, el arma que en unas horas acabará con una amistad completamente, un arma que llevará dos almas. Llegué. No me faltan huevos para matarme, es lo que quiero, así me encontraré en la eternidad a mi amada.
22:35 adiós amigo, adiós mi amada, adiós lector. Disparo.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario