jueves, 22 de agosto de 2013

Auxilio.

Se aproximaba mi hora de salida y al igual que todos los viernes por la noche, durante los últimos cinco años, me prepararía para salir con mis amigos de toda la vida por unos tragos con la certeza que vería otro día a mi novia, mi Andrea, con sus ojos envueltos en un brillo de amor.

Llegué más rápido de lo acostumbrado a mi pequeño departamento, estoy seguro que era la emoción, porque esta noche sería diferente, ésta vez no iríamos a echar desmadre, todo estaba planeado, ella creía eso pero en realidad iríamos a su lugar favorito, el punto mas alto de la torre latinoamericana, una comida sencilla pero no barata, como ella lo hubiera preferido y por supuesto un buen vino, era una ocasión especial. Era un día igual al de nuestro primer beso y sería nuestro primer día comprometidos, me arrodillaría y le pediría que fuera mi esposa por el resto de nuestras vidas.

Su mejor amiga la llevaría tan bella como siempre y para ese punto ella ya sospecharía algo. La esperé por horas y nunca llegó.

Decepcionado volví a mi auto, lo encendí y aceleré a fondo, sólo veía luces pasar, no me importaba nada sólo ella y pensaba que ella no sentía lo mismo; dos horas después recibí una llamada, era mi Andrea al fondo pidiendo ayuda y un imbécil diciéndome que la tenía secuestrada. -Amor ayúdame, no dejes que me hagan daño- Era lo que su voz me decía, sólo pensaba que yo nunca permitiría eso, nunca dejaría que la lastimaran. Colgó y no supe si devolver la llamada o esperar. Frené lo más rápido que pude y empecé a asimilar lo que pasaba, me la habían arrebatado y por eso no había llegado.

Estuve estacionado media hora hasta la segunda llamada:
-Ya sabes de que se trata esto, pido dinero, me lo das, me divierto con tu noviecita y te la devuelvo.
-Maldito hijo de puta. -decía entre dientes-.
-No te conozco así que seré generoso. Quiero millón y medio.
-No tengo ese dinero.
-Para dentro de tres días. -comenzaba a burlarse-.

Yo no tenía nada de valor, había perdido a mi familia hace casi diez años, y Andrea sólo me tenía a mi después de una gran discusión con sus padres, ¿Cómo iba a conseguir ese dinero?

Fui a casa de Julieta, la chica que la llevaría y me dijo que Andrea la había llamado porque yo había llegado por ella.

Le conté lo del secuestro y me enteré que estaba embarazada, ahora no sólo me había quitado a mi novia, sino también a mi hijo.

... 

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